lunes, 4 de junio de 2018

Camino de la felicidad

Que cosas hago para apreciar la vida.
Llevar un ritmo de vida tranquilo. 
Equilibrar lo negativo que puedo ver en mi vida con lo positivo que me proporciona la vida. 
Dejar volar mi imaginación para que no me atrapen mis pensamientos y mis creencias negativas y limitadoras. 
Cuidar mi autoestima para no depender de la aprobación de los demás, ni tener miedo al ridículo. 
No dejar que lo “malo”de mi pasado me atrape. 
Darme cuenta de que mis miedo me ayuda a valorar lo que verdaderamente me importa, siempre que no me inmovilicen.
Cuando doy lo mejor de mi misma. 
Aprecio mis momentos de soledad, porque soy consciente de que voy a ser la única persona con la que estaré hasta el ultimo aliento, así que tengo que estar muy bien conmigo misma.
Tratando de despertar mi consciencia a todas las cosas que tengo, y no de las que carezco. No voy hacer una lista porque seria interminable, a modo de ejemplo: un techo al que llamo hogar, comida que no me falta, ¡agua que sale de un grifo! y además caliente para cuando hace frio, la calefacción ¡todo un lujo!,… sí ya sé, eso es tan básico, ¿o no?. 
¿Cuántas personas no lo tienen? 
Dando gracias por todo cuanto tengo, porque así lo recuerdo y lo recodare como una existencia rebosante de abundancia. 
Para todo esto tengo que dejar la queja guardada en le cajón del olvido. 
También cuando pospongo alguna cosa por miedo a que no salgo como espero o a fracasar, o esperando el mejor momento que nunca llega.

Los regalos que me hago con consciencia, ya que no son fáciles de apreciar porque todo llega a convertirse en rutina, y sin valoración no hay aprecio.
Regalos sin dinero: tiempo para mi, disfrutando de baño con velas aromáticas, lectura, música, tocar un instrumento, fotografía, pintura, poesía, dibujo, colorear, punto, ganchillo, costura, cocinar, yoga, tai chi, chi kun, relajación, meditación, pasear, contemplar, la soledad, el silencio, soñar, imaginar, descansar, desconectar, compartir el tiempo con mi familia, amigas, amigos… ir de tiendas y probarme modelitos sin comprar.
Con dinero: escapar de la rutina, cine, flores, plantas, una mascota, perfume, ropa, joyas o bisutería, un cambio de look, una manicura, un masaje, pedicura, un taller, curso o cursillo, tomar un café con amiga…
Regalos de la Vida, Regalos de la Naturaleza, 
Regalos de Consciencia. 
Estos requieren de un grado de presencia, para mi son los que me transporta a otra dimensión. 
El sonido de la lluvia, las tormentas, las campanadas, cuencos tibetanos, el canto de los pájaros, la risa de los niños, el ronroneo de los gatos, el murmullo del rio, cascada, o del mar, el baile de las hojas al son del viento, la música, la escucha del silencio...
El olor a tierra mojada, a hierba cortada, libros nuevos o viejos, una hoguera, a pan, infusiones, a café, incienso, ropa recién lavada, el de las flores, el del campo, el del mar, el de tu hogar a la vuelta de un viaje, el de un bebé, …
El tacto de los pétalos de una flor, del cuerpecito de un pajarito, la brisa de una tarde de verano, los rayo de sol, la textura de los arboles, la piel de un bebeto, andar descalzo por la arena, la tierra, la hierba…
La vista del baño de los pájaros, los juegos de los cachorros, un amanecer, atardece, la luna, las estrechas, un eclipse, la lluvia de estrella, …
La contemplación hasta llegar al éxtasis, la fusión con la divinidad, en la que todos mis sentido se funde en uno solo y con el TODO.

Orientada a la producción de la belleza en armonía 
Para estar y sentirme orientada a la producción de la belleza tengo que estar en armonía con mi interior y mi exterior, esto se refleja en mi actitud, y fluye mi creatividad.

Manifiesto
Hoy me comprometo a vivir con pasión, ilusión y en armonía el resto de mis días, así como de apreciar y valorar cada brizna de las pequeñas cosas/experiencias que me rodean.
Alejo de mi mente las quejas, las autoexigencias, las expectativas porque no sirve para nada.
Me olvidare de mis malestares pasado y afrontare los futuros sin miedo, concentrándome en la abundancia de experiencia que mi vida me proporciona y en las oportunidades que me ofrece.
Redoblo mi compromiso para amar a todo ser vivo que se ponga en mi camino, viviré con el propósito de poner todo de mi parte para no dañar y conservar el entorno para las futuras generaciones, así como de agradecer a la madre tierra todos sus regalos.
Me tratare con bondad, amabilidad, dejando las necesidades absurdas de lado y encontrare la belleza de las cosas. 
Aprender a ser felices es la actitud que elijo y a la que me comprometo, para ser la cocreadora y hacedora de mi propio bienestar y recordar mi parte satisfecha que a veces no la escucho y la olvido.
Quiero sintonizar la emisora de la felicidad para bailar al son de su frecuencia.
Todos los días con amor y pasión, reconocimiento y hermosura, ilusión y belleza, inundaran mi mente y todas mis acciones así sea.

Texto original y Collage de: Mª Asun Contreras



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