miércoles, 18 de diciembre de 2013

Alegría
La alegría es una de las emociones básicas del ser humano, junto con el miedo, la ira, el asco, la vergüenza, la tristeza,…

La alegría es un sentimiento positivo, también es un estado interior de confianza, paz, serenidad, fresco y luminoso, que genera bienestar general, tiene altos niveles de energía y una poderosa disposición a las acciones  constructivas, y que la percibimos todas las personas, siendo así que quien la experimenta, la revela en su apariencia, lenguaje, decisiones y actos.

Se puede decir que hay dos maneras de experimentar la alegría:

La alegría como reacción. Podríamos decir que es aquella que nos viene dada del exterior, o dicho de otra forma, viene de las experiencias y expectativas que nos proporciona del mundo exterior, basadas en nuestras creencias, ideologías,… etc.
La gran mayoría solo nos hacemos consciente de que surge cuando experimentamos una atenuación en nuestro estado de malestar, de rutina, de aburrimiento,… etc. 
O bien cuando consíguenos alguna meta u objetivo deseado o no deseado, pero que creamos que es bueno, favorable, o positivo y con todo aquello que este relacionado o concurra en acontecimientos positivos. Lo conseguido o lo logrado no tiene porque ser necesariamente esperado. Se da ante  episodios pasajeros como ganar un premio, encontrarse con una amiga, recibir un halago o encontrar un objeto extraviado, estos podrían ser algunos ejemplos. También cuando tenemos una experiencia estética, y/o placenteras.
Todas son momentáneas, pasajera, efímeras, lo cual nos lleva a seguir buscando más y más, y no siendo el exterior el lugar indicado.

La alegría como tendencia o actitud vital. Después de estar buscando  en el exterior y no en contrala, hay que dirigir nuestra mirada al interior.

Al mirar al interior se aprende a valorar, a agradecer, y a dirigir la percepción de manera frecuente a los aspectos  positivo y estable de nuestra vida.




La alegría está dentro de cada una de nosotras. Es un sentimiento que proviene de mis propios pensamientos. Si tengo  pensamientos positivos la alegría me surge dando lugar a emociones positivas y agradables. Sólo tengo que mirar en mi interior, encontrarla, y trasmitirla. Es una emoción contagiosa como la risa y/o expansiva que me va a llevar al contacto, al disfrute con los demás, por esa razón hay que trasmitirla.

La alegría tiene tres manifestaciones:

El erotismo que se experimenta en la zona del bajo vientre.
La ternura que la sentimos en la zona del corazón.
La curiosidad que se siente en el global del cuerpo.

Si tendría que escoger entre las emociones, me quedaría con la Alegría y el Optimismo, la primera es mi balanza y como buena balanza tiene que estar equilibrada con lo cual me prepara para ver lo positivo, o lo que es lo mismo para ser optimista y la segunda es la guía que hace que la balanza este en equilibrio y me dirige mi mirada hacia la confianza y la seguridad, ambas me motivan y me impulsan a dar lo mejor de mí, a mejorar mis resultados y mis relaciones, me convierto en una persona mejor, en una mejor líder para mi misma y en una mejor amiga, compañera, miembro de un equipo,…etc. Con ellas se irradian y magnetizan los entornos.

Texto original de: Mª Asun Contreras