Los miedos, a la crítica de los demás, de no encajar en ciertos ámbitos,…etc.
Con el tiempo he aprendido que no se puede gustar a
todo el mundo y que ser uno mismo es la base del bienestar.
A veces parece que es como si no tuviera un mundo
interior rico en el que poderme sentir a gusto, y hubiera cogido hábitos
mentales malos y vacíos que aún sin razón voy repitiendo.
Tengo la sensación de que los
pensamientos negativos se disparan y no los puedo controlar. Cuando intento suprimir los pensamientos se convierte en una respuesta
habitual o pensamiento rumiativo.
Me he dado cuenta que lo mejor es
no pensar y sentir mi cuerpo y lo que siento respecto al problema que se me
presenta, y estar más presente en lo que estoy haciendo.
Tengo estos pensamientos negativo (tóxicos) porque he sido programada de
esta manera ya que los he fotocopiado de modelos, creencias, formas de ver,
pensar, opinar o sentir pertenecientes a las personas que he admirado e imitado
en mi infancia: padres, hermanos, familiares, maestros, amigos.
Estos programas tóxicos se me activan de forma automática debido a una
asociación en el cerebro, ante un estímulo determinado del que no siempre soy
conscientes, como ver una persona que me recuerda a otra que me hizo sentir
torpe, inadecuada, o un perro parecido a otro que me ladro, entonces se activa
unos pensamientos y un sentimientos que tuve, lo cual si no soy consciente me
llevara actuar de la misma manera que cuando era niña, pero quizás esa no sea
la manera más apropiada ahora que soy adulta.
Estoy haciendo una interpretación negativa de lo que percibo y sin darme
cuenta actuó como la niña y no como una adulta madura y libre para tomar y
enfrentarme a esa situación con una serie de capacidades que no tenía en
aquellos momentos.
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