Los desafíos son dificultades, obstáculos, retos, vicisitudes que se nos presentan a
lo largo de toda la vida, para nuestra superación personal.
Hay personas que se
quedan atascadas en un problema, en una situación, con una perdida.
Cuando pasamos por situaciones
de perdida de trabajo, de perdida de un ser querido, de una enfermedad, se nos pasa
por la cabeza infinidad de cosas, son estas ideas-creencias las que van a influir en la manera de afrontar el problema o situación.
Como cada persona
somos un mundo, yo os diré que no suelo ver el lado positivo, ni la
oportunidad, pero creo que es mi manera particular de salir adelante.
Mi primer impulso es
buscar las razones de lo que pasa, porque para mí es importante entender y comprender,
sino me siento perdida y me costara más buscar soluciones, salidas, o recursos;
aunque siempre trato de pasar el menor tiempo posible en estas divagaciones
porque hay veces que no hay forman ni de entender, ni de comprender,
simplemente hay cosas que pasan, cuando esto ocurre, se convierte en una perdida
de tiempo.
Me he dado cuenta y
he aprendido que cuando me quejo o me siento cansada, aburrida, frustrada,
derrotada, desanimada, con miedo al fracaso, al que dirán, estoy
desaprovechando mi vida y mis recursos.
El descanso es reparador para enfrentar
los problemas.
Tengo que saber que
problemas puedo asumir, afrontar, y gestionar por mi misma y en cuales voy a
necesitar de acompañamiento, asesoramiento, recursos, etc. y necesito saber y
darme cuenta de cuales son los que no podré solucionar por el alto coste físico,
psicológico, afectivo, económico… que tendré que pagar.
Entonces tendré que
darme un tiempo para aprender a convivir con esos problemas atenuando el
sufrimiento. No siempre las cosas van a salir como esperamos, no siempre se van
a cumplir nuestras expectativas, pero lo que sí podemos es mejorar nuestra existencia
y nuestro bienestar.
Cuando no estamos
preparados para asumir las desgracias, las perdidas, nos quedamos atascadas, no
evolucionamos, nos perdemos, nos traumatizamos, y estos estados nos llevan a
los dilemas y vacíos existenciales.
Los dilemas existenciales son problemas
que tienen dos soluciones, pero ninguna de las dos ni son, ni resulta
completamente aceptables o satisfactorias, lo cuál lleva a la persona a una
situación de constante duda, debatiéndose entre las alternativas, una de las
alternativas puede ser: aquello que se supone que debe hacer o lo que dicen que
se debe hacer y otra aquello que siente que quiere hacer, por valores,
principios…
En un momento de mi
vida se juntaron varias situaciones muy fuertes y desagradables la enfermedad y
muerte de mi padre, la enfermedad y muerte de mi hermano, mi propia enfermedad,
con bastante riesgo de mi propia vida, y el alzhéimer de mi madre, todo esto enlazado
me llevo a unos dilemas existenciales, y a un vacío existencial.
Vacío existencial es un viaje al fin del mundo, donde no eres capaz de ver ni tu vida, ni
el futuro, es una vida sin sentido, sin propósito, buscando respuestas que no
encuentras.
Para salir de esta
maraña de sin sentido, hay que pasar a la acción, y para esto se necesita una
buena autoestima, un cambio en tus esquemas mentales, de valores y de creencias,
un autoconocimiento de tus deseos, objetivos, propósitos, para lo cuál
necesitas una gran dosis de introspección o dicho con palabras más sencilla, observación y toma de conciencia de tus estados de animo, tus deseos,
necesidades, y reflexión.
Os preguntareis como
salí de mi particular maraña, esto seria muy largo de contar, así que solo daré
unas pinceladas. Estuve con ansiolíticos que me ayudo en un primer momento y
psiquiatra que no me ayudo para nada. Yo seguía buscando hasta que apareció mi
primer Ángel (Itziar) que empezó a desenredar mi maraña y me dirigió hacia mi
segundo Ángel (Eskar).
Contado así, no
parece tan terrible; pero fue un proceso largo, de búsqueda, de encuentros y
desencuentros, sin perder ni el animo, ni la confianza, en la búsqueda de mi propósito,
porque en un principio parecían o eran unos y luego fueron y son otros.
Mientras esto va
ocurriendo procuraba y sigo procurando que los recuerdos dolorosos del pasado
no me atrapen arruinando mi presente y tampoco permito que el miedo y la
preocupación por el futuro no me dejen disfrutar del presente.
Tuve que tener una gran
capacidad de reinvención e ir a la búsqueda de diferentes opciones, caminos.
Ahora se cuál es mi propósito, cuál es mi legado, y sobre todas las cosas me he
perdonado, y he perdonado, me siento agradecida y doy gracias por cada instante
vivido.
También pasaremos
por situaciones donde las personas que queremos pasen por momentos de perdidas
de trabajo, separaciones, enfermedades, igual no sabemos como se sienten, lo
que piensan, pero lo que si podemos es tener un oído de escucha, palabras de
aliento y de consuelo, dar esperanza y entusiasmo, incluso alegría, ofreciendo
nuestro tiempo, nuestro apoyo y facilitando en la medida de nuestras
posibilidades el transito por esa experiencia.
Texto original de: Mª Asun Contreras
No hay comentarios:
Publicar un comentario